domingo, 23 de septiembre de 2018

Visita al Museo Histórico Nacional de Chile

INTRODUCCIÓN

La visita se realiza al Museo Histórico  Nacional el día miércoles 25 de Octubre de 2017 a las 15:30 horas. El museo visitado  alberga parte importante de la historia de Chile. Se encuentra al frontis de  la plaza de Armas de Santiago, en donde también se puede contemplar la Catedral Metropolitana escoltada por las esfinges de los cardenales José María Caro y Raúl Silva Henriquez. Al frente, se encuentra el Correo de Chile,  a continuación el imponente edificio del Museo histórico Nacional y al costado  derecho de éste se emplaza  la Ilustre Municipalidad Santiago. Cuando los españoles llegaron al territorio de esta nación, se asentaron en este mismo lugar: acá en esta plaza de armas. Diseñaron su estructura y levantaron estas construcciones: La iglesia y  la casa del colonizador español Pedro de Valdivia: Evangelización y colonización en el mismo lugar. La iglesia ocupa el mismo espacio desde los tiempos de la conquista; mientras que la casa de Pedro de Valdivia, luego de su muerte a manos de los indígenas,  se transformó en la casa del Gobernador,  en la real audiencia y en el Cabildo  Colonial. Hoy la casa del Gobernador corresponde a Correos de Chile, el Cabildo Colonial se transformó en la Ilustre Municipalidad de Santiago y la Real Audiencia, en  el primer congreso nacional y posteriormente en el actual  Museo Histórico Nacional de Chile.

REAL AUDIENCIA ACTUAL MUSEO HISTORICO NACIONAL

El edificio nace en 1609 como Real Audiencia de Chile. Es imponente. Tiene una hermosura arquitectónica ya casi en peligro de extinción. La  reconstrucción fue realizada luego de los  terremotos  de 1647  y 1730.   Posee una  torre de 20 metros de altura que alberga  siete pisos, por los cuales se ingresa a través de una escalera caracol. La torre es decorada con un reloj mecánico de cuatro esferas.  La existencia del museo es advertida por un  pequeño letrero de cobre de unos 50x50 centímetros, con una escueta información histórica y con débil impacto publicitario. poco indica que en ese edificio se encuentra un museo, probablemente uno de los más relevantes de la República de Chile. Hay que detenerse y contemplar con  detención para encontrar el mensaje que anuncia el museo. Al lugar se ingresa por una amplia y majestuosa puerta: tallada y elaborada en madera fina probablemente de roble. Es de una belleza inimaginable, hay que verla para apreciarla en toda su dimensión. La recepción la realiza un guardia, quien junto con saludar, indica  los pasos a seguir para registrarse con otro funcionario instalado en un  pequeño mesón. Se solicita la cédula de identidad y se indica deja las  pertenencias, tales como bolsos y  mochilas en casilleros de metal implementados para tal fin. No se cobra entrada.

PRIMERA RECORRIDA

El primer contacto visual es con los antiguos  jardines decorados con maseteros y plantas,  asientos y cañones españoles, una máquina a vapor y los corredores o pasillos coloniales con grandes ventanales de madera protegidos con rejas de metal. Grandes columnas de hormigón sostienen el segundo piso. Asientos de piedras. Un mascaron construido con rocas de cantera para fuente de agua. Por distintos lados se observan trozos de rocas rudimentarias,  probablemente, pertenecientes a la construcción pretérita de museo. Escudos españoles. El suelo está adornado con adoquines,  propios de los tiempos coloniales,  por donde caminó Bernardo O’Higgins y el General Argentino José de San Marín. Desde este espacio se pueden observar los dos pisos que conforman el edificio  y la torre con sus siete dependencias interiores. Durante el  recorrido, hay presencia de guardias de seguridad que vigilan atentamente el desplazamiento de los visitantes.

a.- Visión general de las 15 salas del museo

Al ingresar al museo, el primer encuentro es  con una escalera de piedras autóctonas con un total de 33 peldaños y una gran fuente de agua colonial. Se observan ocho imponentes vigas de roble. Dispone de 15 salas, que reúnen  vestigios arqueológicos: piezas militares, obras artísticas y antigüedades religiosas. Se encuentran utensilios  de pueblos recolectores y cazadores; además de muebles, vestuarios, armamentos y objetos diversos de los conquistadores españoles. Al recorrer las distintas salas se aprecia  con fuerza el vigor y coraje indígena, la elegancia de las familias españolas, sus máquinas de coser, sus carruajes, el vestuario y joyas. Se perciben sus costumbres. Las diferentes salas, lo que hacen es mostrar  las distintas transiciones por las que ha avanzado Chile; desde los pueblos primitivos hasta la sociedad actual.  Es un recorrido  por  la historia de Chile: sus principales hitos, sus presidentes, las convulsiones sociales, la minería, la reforma agraria, los conflictos con Bolivia, Perú y Argentina. El Gobierno Socialista de Allende, la dictadura de Pinochet, el plebiscito de 1988, la transición democrática: Aylwin, Frei, Lagos, Michelle Bachelet, Sebastián Piñera. Este museo muestra al Chile de ayer. 

b.- Sentir el museo
Primera exploración
Nombre de la Sala: La sociedad colonial
Problema 2: Escasa difusión



En este museo se puede navegar por la historia y conocer las distintas epopeyas e hitos: la imprenta, los primeros gobernadores, sus mascotas. Se entremezclan flechas y fusiles, lanzas y sables, piedras y cañones. Zapatos de monjes, cruces, campanas, fotografías de obispos, biblias, pinturas, libros. En este recorrido, se vuelve al pasado: es trasladarse y perderse a los tiempos de la colonia, en cuyos objetos se dibujan a los españoles ingresando por el océano pacifico o cruzando la cordillera de los Andes, evangelizando, destruyendo, matando.  La mirada se pierde y es como retroceder en el tiempo en donde se puede observar  los hábitos de los curas, los ponchos de los españoles , sus caballos, sus carruajes, sus utensilios, sus primeras construcciones, sus iglesias,  sus santos, los escribanos, las actas reales, las encomiendas. Es   navegar por ese mundo de conquistadores. Es conocer su historia, sus aportes y sus crímenes.
En este museo,  la religiosidad brota desde los poros de cada ladrillo y cada piedra. A ratos uno se siente monje o colonizador. En estos muros  está parte de la historia de Chile. Al caminar por las 15 salas uno se empapa  de pasajes con hombres y mujeres de España  que llegaron a nuestra américa a  escribir la historia y la historia está presente en cada rincón del museo. En estas salas  se ocultan los misterios ancestrales que cada visitante trata de descifrar.

II.- DETENIDO EN UNA SALA.

La visita a esta sala se  caracteriza por la música ambiental del siglo XVIII. Muros pintados de blanco, el suelo cubierto con piedras gruesas en semi elaboración, cielo con grandes vigas de madera nativa construidas casi en forma artesanal.  En el lugar existen objetos,  recreaciones y maquetas. Se percibe la vida de los españoles y criollos. Se aprecian algunas actividades de la época como la agricultura, la minería y el comercio.  Es posible distinguir el mestizaje y los alimentos españoles combinados con productos y técnicas indígenas, los objetos y las actividades que se realizaban. También se observa la división de clases sociales, con presencia de colonos de vestimentas finas, elegantes; mientras que otros colonos se distinguen por su sencillez: vestuarios modestos.
En esta sala se observa un gran globo terráqueo que da cuenta de ese hecho histórico,  cuando Cristóbal Colón,  convenció a los reyes de España para viajar navegando por un océano que veía indomable. Al interior de una vitrina con grandes cristales se encuentra  una maqueta de la “caprichosa”: una fragata de madera con siete velas. En una esquina,  un baúl negro vigilado por un inmenso fresco  con la imagen de Cristóbal Colón. Ese Fresco del año 1849 pertenece al artista Alejandro Cicarelli. En las paredes cuelgan distintos retratos: Hernando de Magallanes, Diego de Almagro, Pedro de Valdivia, Felipe II Rey de España, García Hurtado de Mendoza,  Inés de Suarez. Estos  son los primeros españoles que pisan tierra Chilena. Un inmenso fresco retrata el momento histórico cuando es capturado el combatiente indígena Caupolicán, quien dio la vida por defender el territorio invadido.  Otro espacio, grafica la iglesia y el Estado. Al observar,  se siente como ingresando a una iglesia: un altar de capilla construida en mármol con cuatro columnas de madera talladas con diminutas imágenes de una belleza inexplicable. Cerca del púlpito se distinguen dos sillones: sitiales coloniales. En un extremo de la sala se ubican 3 campanas de 1762,  que probablemente por muchos años convocaron a los primeros colonos a cumplir con la disciplina religiosa: disciplina rígida e inquisidora. Por distintos lados, se encuentran utensilios de misa: incensarios, custodias, sahumadores, estandartes españoles.
La sala también es rica  en utensilios,  herramientas y armamento colonial: espadas, frenas para animales, baúles de cuero y madera tallada, hermoso bracero de bronce. Una lámpara,  también de bronce,  que se abraza a una viga de roble y cae majestuosamente con sus  ocho velas iluminando la escena que  muestra  la vestimenta de una pareja de españoles o criollos  cuyas esfinges retratan rostros elegantes, propios  de una sociedad que ya comenzaba a evidenciar  las primeras diferencias en las clases sociales. En el otro extremo de la sala, frente a frente se encuentra una mujer humilde, con vestimentas sencillas,  cocinando en un fogón a leña  elaborado con paja y barro. Presencia de tinajas, piedras de moler trigo, morteros, ollas de cobres, cuelgas de ajíes y ajos, canastos, condimentos, calabazas adaptadas como cucharones o jarrones.   Se aprecian tijeras antiguas, cortinas, espejos con decoraciones,  naipes.  En el recorrido, destaca un hermoso armario de madera tallado. En los pies de este armario se encuentran dos impecables cabezas de perro tallados en madera. Es una hermosura fina y elegante. Al interior de este armario se ven mates,  copas de plata. También se distinguen en la sala; en una especie de ventanales con grandes cristales: monedas de plata, balanzas y monteros.  En un rincón se emplaza una caja de caudales con distintos detalles y delicadezas decorativas: es una verdadera caja fuerte  construida con hierro, madera y bronce.  Tan atractivo como el armario también se emplaza una gran repisa o ropero con distintas puertas talladas. La sala finaliza con una exhibición  de la sociedad del S. XVIII: sombreros, estribos, fustas; lo que da cuenta sobre la importancia del caballo como medio de transporte y trabajo. Se distinguen atractivas mesas de arrimo. Hasta la campera de Ambrosio O´Higgins del 1780 se encuentra impecable con cola y 14 botones dorados y diseñados en lana e hilos metálicos. Sillones (canapé) adornados con finas telas de la época.
Al salir de la Sala,  se finaliza el recorrido con un espacio destinado a las ideas de libertad, donde se encuentran: brújulas, catalejos, escudos y distintas placas de oficiales elaboradas en lana e hijos de metal. También está la primera bandera chilena. Un fino piano de 1830 de Ramón Carnicer. Un sofá de 1830. Un gran oleo de 1878 con la imagen del patriota legendario José Miguel Carrera. Bajo su retrato,  los grilletes  de hierro  que  en 1820 tuvo que usar  en su cautiverio. La historia extraoficial relata que la muerte del general Carrera fue mentada  por el propio Bernardo O´Higgins. Javiera Carrera, también deja parte de sus huellas en este museo: Sus zapatos,  la cartera, el pasaporte. Y O’Higgins,  continúa estando presente: se encuentra  su timbre: sello que lleva impresa la propia imagen del primer Director Supremo de Chile, pero también ahí está el bastón de mando regalado en 1924 por  el mismísimo Simón Bolívar: bastón  construido en madera, bronce y oro.

CINCO CUESTIONES PROBLEMÁTICAS


Problema 1: Ausencia de un  programa para guiar y acompañar

             El museo se caracteriza por disponer de un alto número de guardias de seguridad que vigilan en forma permanente el desplazamiento de los visitantes y cuyo rol es velar por la integridad de las distintas colecciones y objetos exhibidos, careciendo de los recursos  personales para guiar y acompañar a los visitantes. Al recorrer el museo,  el que visita se siente observado, perseguido y controlado frente a la mirada atenta  y cautelosa de estos guardias que visten impecable pero que se observan distantes y fríos, poco cercanos  y poco tolerantes.


En el frontis del edificio  existe un pequeño letrero que da cuenta de la existencia de un museo. Letrero difícil de identificar y visualizar. Quien ingresa al establecimiento lo realiza por consultas que efectúan a los transeúntes o bien por indicaciones o información externa. Para el común de la gente, el edificio atrae la atención por su belleza arquitectónica  pero nada hace presumir que en aquel lugar se guardan reliquias históricas relevantes de Chile. Un turista nacional o extranjero que no cuente con antecedentes previos del lugar, caminará por sus alrededores sin percatarse de la existencia del museo,    sin   detenerse a observar. No existen elementos gráficos ni sonoros significativos que inviten a visitar el espacio.  

Problema  3: falta calidez en la recepción
                                      
Al ingresar al museo, el visitante se encuentra con un guardia, quien saluda en forma protocolar, sin dibujar una sonrisa ni mirada cercana. Indica con su brazo el lugar para inscribirse y dejar el equipaje. En esa dependencia se encuentra otro recepcionista, de poca amabilidad, quien proporciona escueta información, limitándose a registrar  los datos de identificación e informar que no se puede ingresar elementos prohibidos, tales como alcohol, armas, entre otros. No es una buena recepción, ya que impresiona que el visitante ingresa a una institución militar, dada la rigidez  y conducta institucional del recepcionista.

PROPUESTA

Frente a los problemas identificados, se propone abordar  el de mayor impacto y que se refiere a la carencia de un circuito guiado al interior del museo  que permita conocer los detalles, en forma lúdica y pedagógica, sobre  cada espacio y objetos exhibidos. El primer contacto con el museo,  que es el ingreso, implica una dificultad, dada la escasa o débil difusión que invite a conocer las dependencias. Por lo tanto,  también se propone la elaboración de  un letrero gigante (gigantografía) para ser desplegado desde la torre del Museo. A ambos lados: una gigantografía luminosa  en forma horizontal y otra gigantografía en forma de pendón instada verticalmente con el fin de atraer al público. Para llevar a la práctica la idea de crear un circuito guiado, se presentará un proyecto solicitando recursos para su financiamiento a la Dirección Nacional de bibliotecas, archivos y museos (DIBAM), para lo cual será importante - en la etapa de planificación-  conocer  las opiniones del público que visita o podrían visitar el museo.

Evaluación previa: En primer lugar,  se propone elaborar un cuestionario con preguntas dirigida a los potenciales visitadores del museo o bien a los visitantes actuales,  los que podrían proporcionar los insumos necesarios para la elaboración de la propuesta. Este cuestionario incluirá  preguntas  que midan las siguientes cuestiones: las percepciones,  el interés,  los objetivos,   los paradigmas, entre otros. Esto permitirá tener un conocimiento amplio para desarrollar la propuesta. Algunos ejemplos de preguntas podrían ser: ¿Cómo percibe usted el Museo?, ¿Qué emociones le provoca?,  ¿Qué le ocurre al visitar el museo?, ¿Enumere las sensaciones al ingresar. ¿Qué siente con los colores del museo?,  ¿Con la Forma?, ¿Con la distribución de los objetos?, ¿Con los aromas?, ¿Con los sonidos?,  ¿Con las personas?, ¿Es lo que usted pensaba del museo?, ¿Qué espera usted del museo?, ¿Qué piensa que le falta?, ¿Qué modificaría?, ¿Qué incluiría?, ¿Por qué eligió este museo?, ¿Era lo que le habían comentado?, ¿Qué lo motivó a venir a este museo?, ¿por qué lo eligió?
La aplicación de este cuestionario, a través de las preguntas indicadas y con otras que se formulen, permitirá planificar en forma adecuada el circuito guiado. A través del cuestionario se conocerán las falencias del recinto; así como  el real interés y conocimientos previos del museo y de lo que la gente espera de este recinto histórico.
Evaluación formativa: En esta fase de prueba,  se forman los equipos de trabajo, se prepara el museo para recibir al público que previamente se ha inscrito a través de un portal web o a través de las redes sociales o bien inscribiéndose directamente en las dependencias del museo. Se delimitan las áreas del recorrido. Se realizan pequeños ensayos, se afinan  las reseñas y diálogos del guía. Se chequea la minuta del recorrido, se contestas preguntas de los guías. Se afinan todos los detalles de las 15 salas. Es decir,   que los diferentes objetos tengas sus respectas especificaciones y referencias. La idea es que exista música ambiental, se mejore la iluminación y los guías concentren su discurso en los objetos y hechos históricos de mayor relevancia.
Evaluación sumativa: El recorrido comienza a las 9 de la mañana  con el saludo de los guías a los distintos grupos asignados. Se ofrece un café con galletas de bienvenida, se realiza un registro de las identificaciones de las visitas, se proporciona hojas y lápiz. Se entregan las indicaciones preliminares a los visitantes: vías de evacuación, acceso a los servicios sanitarios, horarios, entre otros. Luego se realiza una introducción respecto a los objetivos y actividades de la visita. Se contestan preguntas,  para posteriormente comenzar el recorrido con la siguiente planificación:

PRIMERA RECORRIDA: Sentir el museo
1.- Exposición histórica. Se inicia a las 9:30 horas con la exhibición de  un video promocional del museo en donde se entregan  con los antecedentes históricos del recinto,  con un recorrido virtual de las distintas instalaciones
2.- Primera recorrida. Se inicia a las 10:00 horas con  un viaje mágico por las 15 salas del museo, explicándoles a los visitantes que en este recorrido se intente sentir el  museo y se consulten generalidades. Se puede avanzar en forma individual  o en grupos. La idea de este recorrido es conectarse y vivir un momento de intimidad.
3.- Almuerzo típico chileno. A las 13:00 horas se iniciará el almuerzo,  que consistirá en un plato criollo con empanadas y cazuela. De postre un vaso de mote (trigo) con huesillos (duraznos secos). Este almuerzo se encontrará acompañado de música en vivo con un conjunto folclórico el que interpretará tonadas y cuecas.
4.- Continuación del recorrido hasta las 16:00 horas.

DETENIDOS EN UNA SALA. Observar en detalle.
 Desde  las  17:00 hasta las 18:00 horas, se inicia la última fase de la visita guiada. En esta etapa final, los visitantes  observan en detalle una sala del museo y profundizan. Los guías narran los antecedentes relevantes del espacio seleccionado y responden a las consultas de los visitantes. Finalizado el recorrido, un comunicador social con un equipo de filmación graba una pequeña entrevista a los visitantes, quienes son consultados respecto a su experiencia en el recorrido al museo. Paralelamente, las visitas contestan una breve pauta de evaluación sobre la satisfacción de la visita guiada.

 Evaluación correctiva: En reunión de equipo, se analizan las pautas de evaluación y el video que registra las experiencias vividas por los visitantes y de ser necesario  se corrigen los  problemas detectados en la práctica.





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