viernes, 16 de junio de 2017

La busca tesoros

Por Juan Carlos Márquez Mora (Chile). Licenciado en Trabajo Social Universidad de los Lagos. Diplomado internacional en Derechos Humanos y empresas en Fundación Henry Dunant - América Latina. Actualmente cursa maestría en ciencia, tecnología e innovación.




Retrato a la historiadora María Andrea Nicoletti


Profesora en Historia Universidad Católica Argentina, (1986) y Doctora en Historia de América en la Universidad Complutense de Madrid, (1988)




Era sábado 08 de Abril del 2017. A las 11:35 horas ingresa a la Universidad Nacional de Rio Negro (UNRN) en Bariloche la doctora en historia colonial María Andrea Nicoletti. Había avanzado tres pisos  en la sede Andina, subiendo un total de 30 peldaños.

Sin maquillaje, viste sencillo: jeans, campera negra con cuello de piel y zapatillas plomas. Su rosto   denota cansancio y  tristeza; ojos brillantes  y vivaces. Sorprendida y alegre saluda al doctor paleontólogo Leonardo Salgado presente en la UNRN “nos conocimos en la provincia de Buenos Aires, en un campamento de la acción católica en los años 1977” recuerda  Salgado. Estas jornadas probablemente fueron las que inspiraron a Nicoletti  en su afán por investigar la historia religiosa. Nunca abandonó sus cercanías con la iglesia  católica.  

Sus investigaciones también la conectaron con Chile. Desde el año 2010 dirige un grupo de historiadores binacionales,  legado de su fallecido esposo el investigador  Pedro Navarro Floria.

Hay silencio en la sala, casi no  se escucha el bullicio de  los turistas caminando por calle Mitre, ni el alboroto por los chocolates de pascua de resurrección, tampoco se escuchan los rezos de la misa de la catedral ni el ladrido de los perros. Estamos solos: los alumnos de la maestría de ciencia, tecnología e innovación junto a la historiadora  Nicoletti, mirándonos fijo.

Se quita la campera y deja expuesto su cuerpo frágil: chaleco rojo y un par de lentes colgando desde su cuello. Estatura baja.

Sus pies casi flotan por el piso y de vez en cuando la punta del calzado resbala por la madera, chocando el taco con el fierro de la silla. Mira  algo preocupada y con  incertidumbre, mecánicamente toma agua. Observa con detención a la entrevistadora Ana María Vara. Se toca el cabello con delicadeza, cruza los brazos y de vez en cuando mira hacia el horizonte con una mirada perdida. Al fondo,  la luz de la ventana le ilumina su mejilla. Vara, la entrevistadora, sonríe. Nicoletti,  mueve rápidamente los ojos. Escucha con detención la introducción a la entrevista. Se acomoda, se muerde  los labios y trasmite que ya se encuentra preparada para responder. Mueve los dedos de sus manos como pianista preparándose para un gran concierto.


Estudiaste  en la Universidad Católica.  ¿Por qué  historia?

Lo que a mí más me llama la atención de la historia es la actualidad. Se despierta la vocación del historiador cuando hay algo del presente que nos preocupa, no del pasado. Entonces vamos  al pasado en busca de respuestas. Es una profesión muy actual, porque las preguntas que parecieran tener una explicación en un pasado muy remoto,  tienen respuestas muy actuales. Por eso me hice historiadora.

Lo que ocurre es que Nicoletti estudió en tiempos difíciles, en plena dictadura militar, a lo que se une su activa participación en actividades sociales. Entonces, sus propios padres sentían temor  que durante esos tiempos de represión ella pudiera ser víctima de violación a los derechos humanos.

Terminado el verano de 1963 algo sucedía en el hogar de los Nicoletti. Aún quedaban rayos de sol en el gran Buenos Aires. Ese  24 de marzo fue el día  en que María Andrea se encontró con la vida y entre llantos y sonrisas recibió los abrazos y besos de sus padres, un matrimonio de fe y valores cristianos. Entonces,  desde la más temprana infancia los progenitores cuidaron a María Andrea con el afecto y protección de una familia tradicional Argentina.

Sus padres fueron los promotores para que la historiadora  ingresara a estudiar a la Universidad Católica, casa de estudios que  por aquellos años no le acomodaba “Ingresé a estudiar con muchos disgusto, muy enojada,  pero mis padres trataron de resguardarme y cuidarme”


¿Cómo fueron tus años de estudiante?


Le debo mucho a la Universidad Católica, hay muchas cosas en pro y muchas cosas en contra. En la Católica teníamos los mismos profesores que en la universidad de Buenos Aires (UBA). Existían más materias humanistas: estudie cinco años de teología, tres años de latín, geografía, filosofía. Me sirvió muchísimo. Le debo una excelente formación humanista. Lo mejor fue que encontré a mi marido.

En esta facultad conoce al historiador  Navarro Floria. Ambos sentían una gran vocación y compromiso social, eran activos detractores de la dictadura y con militancia política definida. Navarro era el único varón de esa promoción y termina siendo  el amor  de Nicoletti  con quien emprende un largo caminar: Ella se siente una ganadora por esa conquista, es probablemente el primer tesoro que encuentra.

A lo largo de esta entrevista aparecen los distintos tesoros encontrados por  Nicoletti: la conquista amorosa al único varón de su promoción. El descubrimiento en el museo de India de las memorias perdidas de Manuel Belgrano. El hallazgo sobre la fundación de la capilla de San Carlos de Bariloche la que no fue fundada por religiosos sino que por la alta aristocracia. La revelación histórica sobre la virgen patrona de Bariloche en donde da cuenta que dicha imagen no corresponde a la esfinge real. La creación de un grupo de investigación binacional con Chile por parte de su esposo, instancia que actualmente dirige.  


¿Por qué estudiaste  un post grado?


En esos momentos no había doctorados estructurados en Argentina. Para realizar el doctorado pensamos en España. Decidimos hacerlo en historia de América. Ver a América desde España  fue una excelente  decisión para nuestro oficio de historiador.

Se declara “colonialista” ya que de ahí vienen “todas nuestras virtudes y todos nuestros defectos”.

En su relato pareciera dibujar a los españoles ingresando por el océano Atlántico o cruzando la cordillera de los Andes.  Nicoletti  sabe que muchas explicaciones las puede encontrar en la colonia española: navega por ese mundo de conquistadores, los conoce, sabe de sus historias, sus aportes y sus crímenes.  A veces da la sensación de que ella viajó con los primeros españoles y que observó en directo los hechos que narra.

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Respecto a la historia colonial, ¿Cómo  accedes a  los archivos?


En Argentina y américa latina es difícil. En España  tenés el archivo de indias en donde todo está concentrado. Ahí trabajamos seis meses durante el año 1988, cuando recién comenzaba a preocupar el tema de la digitalización de los  archivos, ya se hablaba de la conservación del papel. Había un repositorio,  que nos encantaba;  se llamaba “Indiferente General” en donde encontramos la memoria perdida de Manuel Belgrano de la época de cuando era secretario del consulado.

La historiadora junto a su esposo permanecían largos periodos en el museo de India descubriendo y descifrando documentos originales de la Colonia, analizando los mapas y las rutas de los conquistadores. Durante estas jornadas Nicoletti podía observar a otros investigadores que buscaban tesoros materiales para rescatar desde los galeones españoles  hundidos en el  Atlántico o en el Pacifico, pero esos eran otros tesoros, los de la historiadora  estaban en el papel: en las aventuras, en los Cabildos,  en las cedulas reales, en las encomiendas,  en los conflictos con los indígenas, en los Virreinatos, en los religiosos y en los santos. Esos eran los tesoros de  Nicoletti.


¿Por qué te dedicas  a investigaciones de tipo religiosa?


Bueno. Esto no tiene nada que ver con mi tesis doctoral, la que fue sobre los grupos de poder en el Cabildo de Buenos Aires en la época de la colonia.     Nicoletti disfruta visitando  los conventos porque  en sus muros  está parte de la historia de la Argentina. A cada instante trata de conquistar y descubrir cada pasaje de esos conquistadores que llegaron a nuestra América junto a los jesuitas, salesianos y franciscanos a evangelizar, pero también  a escribir la historia.

A lo largo de la entrevista, la religiosidad le brota desde los poros, a ratos impresiona monja de monasterio, casi predicando con un lenguaje académico. Es que realmente la doctora Nicoletti es una persona de fe, que concurre a misa, comulga y participa activamente en la pastoral católica. Es feligrés conocida en la comunidad cristiana, amada por muchos  y odiada por otros cuantos. ¿Y cómo no?. Si Nicoletti en una de sus investigaciones echó por tierra la historia de la Virgen del Lago Nahuel Huapi,  patrona de San Carlos de Bariloche. Esto le ha provocado incluso enfrentamientos y provocaciones desde el mismo pulpito.


¿Encontraron mucha diferencia cuando regresaron a la Argentina?


Volvimos en  el año 1989. Cuando estaba por aterrizar el avión, nos entregaron los diarios y Pedro al leer el titular me dijo “decirle al piloto que pegue la vuelta”. No queríamos vivir en Buenos Aires y comenzamos a presentar curriculum por distintos lugares, pero era difícil instalarse al interior de la Argentina  con un doctorado porque eran escasos los profesionales que lograban cursar un  grado académico  en el extranjero.    


Cuéntame tu experiencia en la Patagonia

Ingresé a la subsecretaria de cultura de la provincia de Neuquén y Pedro en el museo de panteología con Salgado. Ahí conformamos el centro de estudios patagónicos.

La sede de trabajo de la historiadora en  Neuquén fue en el equipo de educación “yo ya estaba trabajando con religiosos en la Patagonia. Así que desarrollé mucho trabajo en la historia de la educación”

Nicoletti señala que el historiador se enamora de su oficio y que incluso pasa a ser parte de la vida cotidiana. Según Sigmund Freud  “las emociones enterradas en la superficie subconsciente suben a la superficie consciente durante los sueños. Recordar fragmentos de los sueños pueden ayudar a destapar las emociones y los recuerdos enterrados”. En tal sentido,  Nicoletti es una soñadora que desentierra los misterios y tesoros del pasado  “Ayer soné que iba en carreta”, nos cuenta. Entonces, a través de los sueños, la entrevistada retrocede  al pasado y utiliza sus sueños como la máquina del tiempo para conocer en persona los sucesos que después prasma en sus libros.   


Cómo surge la idea de escribir sobre la Patagonia?


Cuando comenzamos a trabajar en la Patagonia, en los pocos textos nacionales o regionales que existían, los indígenas casi desaparecían en el primer capítulo. Entonces no habían participado en la guerra de la independencia, estaban arqueologizados. Por eso surgió el libro “Los que llegaron primero”  y después hicimos historia de “Neuquén y Rio Negro”. La primera historia de divulgación de la Patagonia la hizo Pedro, después hicimos otro libro  reescribiendo esa primera historia de la Patagonia. Ese libro que escribimos juntos todavía no se edita, todavía está inédito. Después hicimos “El gran libro de Rio Negro”. Así que nos dedicamos mucho a la divulgación, porque ese es un compromiso social.


¿Cómo surge  la experiencia con historiadores de Chile?


En el año 94 fue la primera vez que Pedro viajó a Chile a contactar historiadores para los talleres binacionales, incluso su primer libro se editó en Temuco, el que se titula “Ciencias y política de la región patagónica de la época colonial”. A partir de esa experiencia los lazos con Chile se intensifican.  “Incluso en el 2010,  antes que falleciera le dieron un premio por las relaciones con Chile”. Las actividades binacionales las continua desarrollando Nicoletti, lo que se ha visto fortalecido  con los convenios que la  UNRN tiene  con la Universidad de Temuco, Universidad de los Lagos, Universidad Austral, Universidad Católica de Santiago “hemos forjado una linda red de historiadores que nos juntamos cada dos años en Chile o en Argentina.”


¿Existe una asociación o vínculo religioso entre Chile y Argentina que supere el sentido nacional?


Yo creo que si existe un vínculo porque es un nivel de análisis histórico que va más allá de las coyunturas. Considera que Chile y Argentina emprenden acciones comunes y en conjunto para lograr la independencia de ambas naciones. Clasifica algunos  hitos como de largo plazo los que denomina “cárceles de larga duración “y que estarían representados por ideas, por  sentimientos que generan movimiento social y por  la religión. Estos conceptos,  según la historiadora,  son casi imperceptibles y  solo es posible conocerlos a lo largo de los siglos “desde una perspectiva secular”. Por lo tanto, de acuerdo a este análisis las religiones pertenecen a esas largas duraciones.

Para Nicoletti no existen las fronteras territoriales ni las barreras intelectuales. Por eso se siente orgullosa del grupo binacional que dirige, el que le fue heredado por su amado Pedro, el historiador que publicó su primer libro justamente en Chile, allá en la Universidad de la Frontera. La misma tierra que vio nacer al poeta Pablo Neruda, premio Nobel de literatura, quien fue un fuerte defensor de la cultura latinoamericana y de la unidad bolivariana.


Cuando  se construya tu historia. ¿Cómo crees que te van a definir?


Me daría pena que los demás por ver mis huellas  pierdan el horizonte. Lo importante es hacer la propia experiencia. Que lo que uno hace sea disparador, que ayude a pensar. Yo,  soy una más del  grupo de historiadores que tenemos. No se puede construir solo: siempre es con un grupo, con otros, con otras ciencias, con otros científicos,  con una comunidad que te estimula, que te ayuda. Después mis libros podrán pasar al mostrador de libros usados. Lo que más me preocupa es despertar preguntas en otros. Que lo que yo diga o lo que yo haga despierte  curiosidad de saber. Si yo lograra eso con una sola persona,  sería feliz. Con eso mi vocación está plenamente cumplida.

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